La base del autocuidado es quererse y respetarse a uno mismo. 

Para ello es fundamental conectar con uno mismo. Darnos el espacio que necesitamos para conocernos bien y saber qué es lo que necesitamos olvidándonos de los demás y de lo que nos rodea. Centrándonos únicamente en nosotros mismos.

Una vez que sabemos qué es lo que nuestro corazón nos susurra, es cuando podemos comenzar a poner límites, a cambiar las prioridades por unas nuevas donde nosotros sí importamos. En ese momento es cuando nos podemos liberar de esas responsabilidades que no son nuestras y que estábamos cargando.

Cuando hablo con las personas a las que ayudo de la importancia que tiene saber establecer límites siempre surgen las mismas preguntas y dudas. Por eso hoy, me gustaría compartir contigo los beneficios que te va a traer aprender a establecerlos y la importancia que tiene esto en tu bienestar general. 

 

Ten en cuenta

Cuando ponemos límites no hacemos más que expresar nuestras necesidades, a pesar de que éstas sean diferentes a las de los demás. Lo mismo ocurre cuando son los demás quienes nos ponen sus límites. Es en ese momento cuando nos vemos obligados a respetar las necesidades y sentimientos de los demás, a pesar de que éstos choquen con nuestros deseos o pensamientos. 

Todo se basa en el respeto. No hace falta compartir el mismo punto de vista, solo respetar la decisión de la otra persona. 

Si eres del tipo de persona que…

Si eres del tipo de persona que prioriza constantemente las necesidades de los demás por miedo al rechazo, o a ser juzgado o por evitar sentirse culpable después… que sepas que este comportamiento al final lo que hace es consumir tu autoestima. 

Por tanto, aprender a decir NO y a establecer límites es lo que hará que mejore tu bienestar. 

Aprender a decir NO 

A la hora de poner límites, tenemos que incluir la palabra NO

Aunque a la mayoría de las personas le cuesta reconocerlo, por lo general hay una gran dificultad en decir NO en determinadas situaciones o delante de determinadas personas.

Como suelo decir siempre, esto es un nuevo hábito al que hay que hacerse y acostumbrarse. Si llevas 30 años, por ejemplo, complaciendo a los demás y siendo el último en la lista de prioridades, está claro que cambiar esto cuesta. Por eso siempre recomiendo empezar de menos a más. 

 

¿Cómo?

Practicando en situaciones y con personas donde las consecuencias de decir NO no nos importen tanto. Esto nos hará ganar confianza en nosotros mismos y poco a poco iremos aplicándolo al resto de áreas de nuestra vida. 

Te pongo un ejemplo. Un compañero te dice si después del trabajo os tomáis un café. Pues en esa situación puedes contestar “no, no me apetece, gracias”

Cuando expresamos nuestra decisión no hace falta que contestemos con excusas infinitas donde justifiquemos ese NO. Cuanto más justifiques ese NO peor será. La otra persona “notará” esa debilidad en tu decisión. 

 

Por otro lado, quiero que sepas que esas justificaciones las haces para evitar ese sentimiento de culpa que te entra. Pero es algo normal. Por ahí pasa todo el mundo cuando comienza a trabajar los límites.

Cómo comenzar a poner límites

Aquí te dejo los pasos para comenzar a poner límites.

1. Conecta contigo. 

Para ello es necesario que te sinceres contigo y detectes qué es lo que tú necesitas. Una vez que tengas claro qué necesitas, es analizar qué personas o situaciones te incomodan o te hacen sentir mal. Aunque no hagas nada desde el primer momento, es bueno que vayas siendo consciente de aquello que te hace sentir mal para más adelante comenzar a poner límites.

2. Autocompasión.

Poner límites es una de las cosas más complicadas que hay. Por eso no te rindas y ten compasión por ti mismo. Date margen. Lo importante no es obtener un cambio radical de un día para otro, sino ir dando pequeños pasos y ser consciente de las cosas. Esto es lo que al final determina el resultado final.

3. Dejar de lado la culpa.

Al principio va a ser normal que sientas culpa cuando comiences a poner límites, pero lo importante es que veas que es algo que te ayudará a fortalecer tu amor propio y autoestima. Cuando estés ante una situación y te aparezca esa culpa recuerda esto. No estás solo. Muchas personas han pasado por ahí y por tanto tú también puedes. Al final esto te ayuda a estar bien contigo y a sentir esa gran liberación interior. 

4. Respeto.

Cada persona es diferente y tiene unas necesidades distintas. Por tanto es fundamental respetar los límites que los demás también nos pongan a nosotros. Si queremos que respeten los nuestros lo mejor es dar ejemplo.

Lo principal con respecto a esto, es respetarnos a nosotros mismos. Si sabemos que debemos de poner un límite porque hay algo que nos hace sentir mal, siempre respetate a ti mismo, a tu ser, a tu persona y pon ese límite que necesitas. 

Si detectas que en ciertas situaciones es complicado, lo mejor que puedes hacer es pedir ayuda, tanto a tus amigos o familiares como a un profesional. Pero siempre recordando esto. Quien importa eres tú y tu bienestar es tu prioridad número 1. 

5. Asertividad. 

A la hora de establecer un límite es importante explicar a la persona cuál es límite y la consecuencia que hay por sobrepasar. Esto se debe decir con seguridad y respeto.

Beneficios de poner límites

Poner límites a los demás tendrá los siguientes beneficios:

 

1. Más compasión.

Las personas que saben poner límites también son más compasivas por los demás. En algunas ocasiones, solemos pensar que establecer límites puede ser malo o incorrecto. En realidad, los límites no son negativos, por lo contrario, haces que las personas te respeten y te respetas a ti mismo.

 

2. Mayor asertividad.

Los límites también son una forma de expresar tus necesidades. Saber cómo poner límites a los demás nos permite poner atención a cómo nos sentimos y qué necesitamos. 

3. Conocer tus necesidades.

Todos tenemos necesidades físicas y emocionales. Saber poner límites a las personas implica saber explicarles qué es lo que necesitamos. 

 

4. Menos ira y resentimiento. Cuando no ponemos límites a los demás acabamos haciendo cosas que entran en conflicto con nuestros valores. Esto acaba pasándonos factura. 

5. Menos preocupaciones. 

Al no saber resolver los límites con los de nuestro alrededor, podemos acabar pasando nuestro tiempo libre pensando en preocupaciones o problemas con los demás. Por este motivo, cuando sabemos poner límites, las personas tendemos más a no ‘malgastar’ la energía con ello. 

 

Miedos a la hora de poner límites

Cuando ponemos límites nos pueden surgir sentimientos encontrados y miedos. Aquí te dejo los más comunes.

 

1. Ser egoísta.

Mucha gente confunde el autocuidado y poner límites con ser egoísta. Esto es debido a que existe esa falsa creencia de que cuando uno pone un límite no piensa en la otra persona y en cómo le hace sentir. Como yo siempre digo: Cada persona es responsable de sí misma y de cómo gestionar las cosas. Así que, si cuando estás estableciendo un nuevo límite alguien se enfada o te hace saber su descontento que sepas que eso quiere decir dos cosas:

  • La primera, lo estás haciendo bien, ya que estás rompiendo un patrón y es por eso que la otra persona se incomoda. Tiene que volver a “aprender” a cómo comportarse contigo.

  • La segunda, el problema lo tiene la otra persona por no saber autogestionarse y por no respetar tus necesidades. Tú estás actuando bien, velando por tu bienestar y siendo fiel a ti mismo. 

 

2. Quedarse solo.

Cuando establecemos límites estamos recuperando nuestro poder y libertad. Es por eso, que lo más probable, que en tu camino de autoconocimiento y de amor propio, sea posible que haya relaciones que te están restando se queden en el pasado. Pero piensa esto. Mejor sólo que mal acompañado. Tu centrate en tu bienestar y te puedo asegurar que el futuro te sorprenderá con buenas oportunidades. 

Como puedes ver, existen muchos beneficios detrás de saber poner límites y de decir NO. Te animo que continúes trabajando tu amor propio y tu bienestar general. Recuerda que la única persona que puede cuidarte y quererte como te mereces eres tú misma. 

Se te gustaría que te ayudará a comenzar a poner límites, quiero que sepas que puedes contar conmigo. Ya he ayudado a mucha gente a hacerlo y han mejorado su calidad de vida.

Tags: como poner limites a un narcisista, mi pareja no pone límites a su ex, poner límites a un tlp, como poner límites a la ex pareja cuando hay hijos, poner limites a tu pareja, como poner límites a la familia política, como poner límites a una persona controladora, poner limites en el trabajo, como poner límites a padres tóxicos, poner límites, como poner límites a personas abusivas, como poner limites a los padres, poner limites, como poner limites, aprendiendo a poner limites.